Un tocado, como hoy en día lo entendemos, es una prenda o adorno que se lleva en la cabeza, en especial el que lleva una mujer como complemento de un peinado o un recogido singulares. Su cometido, por tanto, es eminentemente el de un adorno, aunque a lo largo de la historia no siempre ha sido así. De hecho, en sus inicios, los tocados eran utilizados, además de por motivos estéticos, por creencias religiosas y culturales.

Los orígenes de los tocados: 

Los tocados en el Antiguo Egipto 

Los tocados comenzaron a utilizarse en el Antiguo Egipto. Por aquel entonces se utilizaban principalmente para distinguir sexos, para identificar clases sociales (como muestra de poder) y por motivos religiosos. Estos tocados podían adoptar diversas formas: sombreros, diademas o coronas. 

Un ejemplo de estos tocados egipcios es el jat o afnet, usado por los miembros de la nobleza del Antiguo Egipto.

*En esta imagen podemos ver al Faraón Den, luciendo un jat, mientras golpea con una maza a un enemigo. 

Los tocados en Grecia y Roma 

Las culturas griega y romana también fueron proclives al uso de tocados, en forma de diademas, velos y cintas, que decoraban los peinados de la época. 

Tanto los conceptos éticos como estéticos de los griegos son trasladados a la cultura romana, pero sufriendo una importante transformación. De la sencilla elegancia del peinado griego, se pasa a formas complejas y rebuscadas de arreglar el cabello, a base de rizos, trenzas y bucles fuertemente sujetos.

En Roma el tocado tenía suma importancia pues asumía el papel de elemento esencial que caracterizaba a una persona y reflejaba su situación y gusto a la hora de presentarse ante los demás.

De hecho, podríamos decir que el concepto más puramente estético en el uso de los tocados se inicia en la Antigua Roma. 

*En esta obra de arte podemos apreciar un ejemplo de peinado romano. 

Los tocados en la Edad Media

En la Edad Media cubrir la cabeza de las mujeres toma especial importancia, surgiendo una amplia variedad de modelos. El motivo de llevar tocados era eminentemente moral “una cuestión de pudor”. 

Los tocados variaban según la clase social, siendo muy sencillos para las plebeyas y mucho más extravagantes para las mujeres de la nobleza. 

Podemos decir que en la Edad Media es cuando se desarrolla una importante industria del tocado, que llega a todos los hogares, destacando: el bonete, el sombrero, la toca, la cofia, la guirnalda, el capirote y la diadema. 

*Mujer con cofia medieval. 

Los tocados en el Renacimiento, Barroco e Ilustración

En el Renacimiento surgió la llamada como cofia francesa y en el Barroco, con las pelucas, se impusieron enormes estructuras de pelo enrollado con encajes plumas y joyas.

Durante la Ilustración española, el tocado destacó y se extendió su uso acompañado de largas trenzas y sombreros de ala ancha decorados con plumas.

*Mujer con cofia francesa

Los tocados en el Siglo XX

Los años 20 tuvieron como protagonistas las lentejuelas y las plumas. Al llegar los 30, lo sombreros de paja de Chanel se impusieron como accesorio de moda. 

*Sombrero de paja Chanel

En los años 40 y 50 los sombreros se erigieron como el complemento preferido de las mujeres. En los 60 se abrieron paso los pañuelos y las diademas, buscando la máxima elegancia de la cabeza. 

En los 70 son las flores en el pelo y los sombreros de ala ancha quienes marcan tendencia. Y en los 80 y 90 dejan de imponerse ciertos estándares, y se da paso a una mayor diversidad de estilos. 

Los tocados en la actualidad

Hoy en día, los tocados siguen siendo uno de los accesorios más utilizados, sobre todo en celebraciones importantes y pasarelas. Infinidad de técnicas, materiales e infinitos diseños hacen que la industria del tocado esté más en forma que nunca. 

* Kate Middleton luciendo un tocado en un evento

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